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Cronología de un golpe de Estado fracasado en España (yo no puedo descartar nada)

Yo no descarto nada…

A mí nadie me ha informado. Yo no lo sé, no tengo información de eso. Pero no descarto nada.Es más, tengo la certeza moral de que fue así como sucedió. En todo caso ya digo, yo no puedo descartar nada. Les suenan esas frases? Es el tipo de lenguaje que usa el PP. Perfectamente aplicable en este caso. Es más, hay gente muy solvente que afirma que, efectivamente, es así como sucedió. Y yo no puedo descartar que así fuera.

CRONOLOGÍA DE UN GOLPE DE ESTADO FRACASADO EN ESPAÑA. A PROPÓSITO DE LA COMPARECENCIA DE JOSÉ MARÍA AZNAR ANTE LA COMISIÓN PARLAMENTARIA QUE INVESTIGA EL 11-M

 

Ante el torrente de mentiras, calumnias e infamias exhibidas por el ex presidente del Gobierno español José María Aznar López en su comparecencia del 29 de noviembre de 2004 ante la Comisión del 11-M, conviene recapitular las informaciones de las que disponemos en estos momentos sobre el intento de golpe de Estado que tuvo lugar en las jornadas entre el 11 y el 13 de marzo de este año, según han manifestado –a pesar de todas las presiones y amenazas- personalidades tan dispares como el catedrático de Derecho Constitucional Javier Pérez Royo, la consejera (cargo equivalente a ministra) de Interior de la Generalitat de Catalunya Montserrat Tura y el cineasta Pedro Almodóvar, entre otras figuras destacadas de diversos ámbitos.

 

En síntesis y según esas informaciones, los hechos se desarrollaron así:

 Semana anterior al 11 de marzo de 2004:

Desde el fin de semana anterior al día 11, las encuestas reservadas que manejan PP y PSOE dan ganador al PSOE en las elecciones a celebrar el 14 de marzo, por una diferencia con el PP estrecha en votos y diputados pero en crecimiento sostenido diario.

 11 de marzo de 2004:

Entre las 7,39h y las 7,42h, estallan bombas en 4 trenes de cercanías de Madrid. Balance: 192 muertos y 1.500 heridos.

 

A las 13,45h, los servicios secretos norteamericanos confirman telefónicamente a Aznar que el atentado es obra de terroristas islamistas.

 

A las 14,45h, Aznar comparece por primera vez en televisión y responsabiliza a ETA.

 

Durante el mediodía, llamadas personales de Aznar a los medios de comunicación (Aznar a Antonio Franco, director de EL PERIÓDICO DE CATALUNYA: "No te engañes Antonio, ha sido ETA").

 

La Casa Blanca lamenta públicamente que la posición internacional de España y su apoyo a EEUU hayan tenido como consecuencia el atentado (reconocimiento obvio de que la autoría corresponde al terrorismo islámico).

 Los servicios secretos norteamericanos, israelíes, franceses y marroquíes confirman la autoría terrorista islámica.

A media tarde, bronca entre Aznar y el Rey ante testigos. Aznar quiere que el Rey cite a ETA en su aparición en televisión, y el Rey se niega (sus fuentes de información le han confirmado la autoría del terrorismo islámico), lo que retrasa la comparecencia televisiva de Juan Carlos. Cuando finalmente ésta se produce en Televisión Española, hace media hora que la grabación ha sido difundida por televisiones de todo el mundo.

 

Los medios de comunicación del mundo entero apuntan al terrorismo islámico como autor de la masacre.

 

El Gobierno (probablemente en la persona de Acebes, ministro español de Interior ) intenta que el Rey firme la suspensión de la autonomía vasca y la declaración del Estado de Emergencia en toda España. El Rey se niega a firmar ambos decretos.

 12 de marzo de 2004:

Durante todo el día el Gobierno insiste en la autoría de ETA, a pesar del alud de datos que señalan al terrorismo islámico.

 

El Gobierno pone en marcha una batería de acciones de intoxicación internacional y nacional de alto vuelo (resolución del Consejo de Seguridad de la ONU condenando a ETA, telegrama de la ministra de Exteriores a todas las embajadas españolas para que difundan la autoría de ETA, presencia intensiva de ministros y cargos del PP en los medios de comunicación españoles públicos y afines).

 El Gobierno convoca manifestaciones en toda España para rentabilizar lo que cree indignación popular contra ETA. Millones de personas salen a la calle, pero la jugada gubernamental sale mal: emoción popular e indignación espontánea (gritos masivos: "¿Quién ha sido?"). Los ministros y dirigentes del PP son increpados por las muchedumbres (en Barcelona deben abandonar la manifestación para evitar ser golpeados).

Pánico en el Gobierno y en el PP al tomar conciencia de que ya no controlan la situación.

 13 de marzo de 2004:Jornada de reflexión previa al día de las elecciones.

El Gobierno y sus medios de comunicación adláteres siguen intentando intoxicar a la opinión pública atribuyendo a ETA el atentado, contra toda evidencia y a pesar de haberse producido ya las primeras detenciones de terroristas islamistas.

 

Violando la jornada de reflexión, EL MUNDO y ABC publican amplias entrevistas con el candidato del PP, Mariano Rajoy.

 

Durante la tarde crece la indignación popular. Algunas decenas de personas, autoconvocadas mediante mensajes intercambiados entre teléfonos móviles, se concentran espontáneamente ante la sede del PP de Madrid. La noticia salta en la radio. Pronto son centenares.

 La acción se contagia primero a Barcelona, y rápidamente al resto de grandes ciudades del país.

Al caer la tarde, decenas de miles de personas autoconvocadas en toda España se manifiestan ante las sedes del PP gritando :¡"Antes de votar queremos saber quién ha sido!".

 

En Madrid, miles de personas se congregan espontáneamente en la Puerta del Sol para rendir homenaje a los asesinados y exigir responsabilidades. Muchos de ellos afluyen al centro de la capital desde los barrios obreros periféricos, duramente castigados por los atentados.

 

El Gobierno ordena a la policía identificar a los manifestantes, y al Fiscal General del Estado que proceda contra ellos. La tensión sube. La policía deja de hacer identificaciones cuando la gente comienza a ponerse el carnet de identidad en la boca (gesto que recuerda las identificaciones policiales en la época franquista).

 

Rajoy aparece en Televisión Española, violando la jornada de reflexión: "Soy Mariano Rajoy, candidato del Partido Popular…". El discurso pregolpista de Rajoy enciende aún más los ánimos. En Madrid ya son centenares de miles las personas que ocupan el centro de la ciudad.

 

A la desesperada, el Gobierno intenta que la Junta Electoral Central aplace sin fecha las elecciones o que al menos las postergue durante seis meses. La Junta examina la propuesta, pero no se atreve a pronunciarse.

 

De nuevo el Gobierno intenta que el Rey firme la declaración del Estado de Emergencia. El Rey vuelve a negarse.

 

En Madrid, un millón de personas marchan en silencio desde Puerta del Sol hacia el Congreso. Cuando llegan a la Carrera de San Jerónimo, altos cargos del Ministerio del Interior dan orden a la policía antidisturbios de que cargue y disuelva a los manifestantes. Los mandos policiales del operativo sobre el terreno se niegan a acatar la orden porque "si cargamos, será una masacre".

 

Por contra, para rebajar la tensión, los mandos del operativo policial dan orden de que se desconecten las sirenas y luces de las furgonetas policiales, y que los antidisturbios se levanten la visera de los cascos (señales de que no van a cargar). La gente pasa a su lado aplaudiendo y gritándoles "¡veniros con nosotros!". No hay ningún incidente durante la marcha, ni se produce el más mínimo destrozo.

 

El golpe de Estado ha fracasado (tres son las razones: la movilización popular en contra, la negativa del Rey a refrendarlo jurídicamente y la negativa de los aparatos coercitivos del Estado a ser instrumentos del golpe).

 

A medianoche, en un último esfuerzo, Televisión Española vuelve a emitir el discurso de Rajoy grabado por la tarde. Pero a esas horas, la ciudadanía tiene muy clara la situación y quiénes son los responsables, y su patético llamamiento no obtiene ningún eco, tal como se verá al día siguiente.

 14 de marzo de 2004:El PP, como preveía el Gobierno Aznar, pierde las elecciones.