Blog

X Congreso del PSC

Apenas transcurridos cuatro meses desde las elecciones de marzo, en las que el electorado catalán de izquierdas se volcó masivamente votando la candidatura del PSC, el congreso de esta formación catalana acaba de decidir el «giro al centro», es decir, a la derecha. ¿Ustedes lo entienden ? Yo no.

  

Dicen que con CiU en trance de desplome cual Torre Gemela neoyorkina, quedan libres ahí suculentos caladeros de votos de derecha catalanista. En su ingenuidad, uno piensa que ése es terreno abonado para ERC por un lado y para el PP por el otro y que ahí el PSC poco tiene que rascar, que lo suyo es la gente de las barriadas obreras, cuya movilización el 13-M disparó los índices de participación y, consiguientemente, los resultados de los socialistas en Catalunya; pero debo de estar equivocado, y como siempre los estrategas tendrán razón. Y luego dicen que la política es una actividad seria.

La anécdota del congreso fue el saludo entusiasta que Pepiño Blanco -más conocido como Pepe «Conceto»-, dirigió en persona a los asistentes. El mismo secretario de Organización del PSOE que allá por el mes de enero –cuando la bronca entre PSOE y PSC a cuenta de las escapadas de Carod-Rovira a Perpignan-, llamó a Corbacho y a algún otro alcalde de primera fila del PSC para proponerles encabezar una lista alternativa a la de su propio partido (el de ellos) en las elecciones de marzo, ahora felicita fraternalmente a sus casi ex-compañeros. Gran cabeza política la de Pepiño.

  

Y entre los ganadores del cónclave, Pepe Zaragoza –verdadero hombre fuerte del aparato desde hace muchos años, al que ahora se le reconoce públicamente su estatus-, Miquel Iceta –preocupante la escalada de este personaje nada menos que hasta la primera vicesecrataría del partido- y Josep Maria Sala -el puño de hierro que controlaba el aparato en tiempos del obiolismo, que regresa a la Ejecutiva Nacional tras años de alejamiento por causa de la sentencia FILESA. En síntesis, Montilla manda cada vez más en el PSC.

  

De política no parece que se hablara mucho. Hace años que las ponencias de los congresos partidarios dejaron de ser gruesos y trabajados mamotretos para convertirse en escuálidos fascículos llenos de generalidades y declaraciones de buenas intenciones, de modo que la nueva dirección del partido tenga las manos libres para obrar como le venga en gana.

  

En definitiva hoy día los congresos de partidos políticos son un trámite, y el del PSC no fue una excepción.

Ningun comentario

0

Enviar comentario