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De blogeros (y blogeras) corsarios y ninguneadores. O de cómo prosperan las miserias humanas en la b

Cuando  comencé a escribir AVENTURA EN LA TIERRA, frecuentaba una especie de portal de izquierdas que lleva alguien a quien llamaremos M. A: Un día me encontré alí un post  mío, con el título que yo le había dado y mi nombre y todo al pie; hasta ahí nada que objetar, que te reproduzcan y te citen es algo que halaga cualquier ego medianamente normal.

El problema del asunto era que en realidad me costó un poco reconocer mi post, porque M.A. le había metido tijera y pegamento al texto, podando algunos párrafos y cambiando el orden de otros, de modo que en conjunto el post se había convertido en un texto bastante incoherente y francamente chillón. Vamos, que lo había manipulado a conciencia, supongo que buscando un efecto que acentuara ciertas partes en detrimento de otras.

 

La cosa me pareció bastante fuera de lugar, así que de manera educada y yo diría que hasta amable le envié un email a M.A. diciéndole que no tenía inconveniente en que reprodujera posts o artículos míos siempre y cuando además de citarme como autor respetara la integridad del texto, al tiempo que le pedía retirara el post manipulado que había colgado en su portal.

 

A fecha de hoy no he vuelto a tener noticias de M.A. El post no fue retirado, y no sé si ha continuado "chupando" y manipulando otros posts míos porque por bastante tiempo me abstuve de volver por su portal. Me daba vergüenza ajena.

 

Como quiera que M.A. continúa enviándome a mi dirección de correo electrónico avisos de nuevos posts incorporados a su portal, un día a principios de este verano hice de tripas corazón y me decidí a dar un vistazo por allá dentro. Apenas entrar ( ya no seguí más allá) me encontré un enlace a un nuevo portal, que al parecer M.A. estaba construyendo con otros compañeros. El nombre del nuevo portal es SIN PERMISO. Un nombre que, curiosamente, coincide con el de un blog que inicié en mayo de 2004, y en el que durante unos meses fui colocando artículos míos aparecidos en la revista INICIATIVA SOCIALISTA y en el diario electrónico IZARONEWS. El enlace a SIN PERMISO (el mío, el original digamos) sigue activo y figura en mi repertorio de enlaces recomendados de AVENTURA EN LA TIERRA (sección Archivos), así que no hace falta pensar mucho para saber de dónde sacó M.A. la inspiración para bautizar su nuevo portal.

 

Naturalmente, le envié de inmediato a M.A.un email también educado aunque ya un poco menos amable; email que, por supuesto, no ha tenido respuesta hasta la fecha.

 

Por lo que he ido viendo después en eso que llaman la blogosfera, esta manera de actuar no es tan excepcional como podría parecer a primera vista. Cualquiera diría que el asalto corsario a los contenidos y en general a las ideas que otros explicitan en la Red, no sólo no es una excepción sino que tiene verdaderos especialistas que se dedican a él con fervor digno de mejor causa.

 

Pero hay más. Y quizá peor, por cuanto tiene de búsqueda calculada de un efecto que, por lo demás, implica un desprecio evidente hacia la persona perjudicada. Me explico.

 

Con el transcurso de los meses, y a medida que AVENTURA EN LA TIERRA se iba consolidando y ganando un modesto pero cierto público, he percibido un fenómeno no menos sorprendente que el que acabo de describir. Aquí ya no se trata de apropiarse a lo bruto de ideas o contenidos ajenos y manipularlos o exhibirlos a conveniencia, sino de, una vez "chupada" la idea o aquella parte del contenido del post que interesa, quedarse con todo ninguneando al autor original, de modo que el "chupador" o algún otro blogero amigo suyo aparezcan como los que han lanzado el tema, o al menos como quienes lo han desarrollado "adecuadamente".

 

Esto ya me ha pasado algunas veces, pero la última constituye un caso realmente notable por su grosería. El 17 de agosto subí al blog un post titulado "Compañías aéreas de bajo coste: paga, vuela y muere". Hasta donde yo sé, era el primero que trataba este asunto a raíz de los problemas habidos durante el mes de agosto en materia de accidentes aéreos relacionados con compañías de vuelos-basura. El caso es que esta mañana estaba dándole un vistazo al blog de J. –la llamaremos así-, cuando he descubierto un post sobre este mismo asunto. Nada que objetar, evidentemente; cada cual escribe y opina sobre lo que le parece cuando lo estima conveniente.

 

El post se llama "¿Accidentes de avión a bajo coste?", un título que por lo demás introduce una duda fuera de lugar, habida cuenta de que, efectivamente, los aviones estrellados durante agosto eran todos de compañías de bajo coste. En cualquier caso, lo llamativo del post es su comienzo: "Andaba yo preocupada últimamente por un post que había leído no recuerdo dónde que vinculaba directamente los accidentes de avión y las aerolíneas de bajo coste"(…).

 

Como puede verse, un verdadero encaje de bolillos para no citar el blog donde J. había leído acerca del asunto antes de redactar su post. Ese "no recuerdo dónde" es, sencillamente, toda una acción consciente de ninguneo hacia un servidor.

 

Es posible que alguien crea que la mía es una conclusión precipitada, y que efectivamente a la buena de J. simplemente se le fue el santo al cielo y no acertaba a recordar dónde había leído el post que despertó su necesidad de opinar sobre el asunto.

 

Se equivoca quien piense así. Apenas comprobado el ninguneo, le he dejado a J. un comentario en su post aeronáutico, felicitándola con ironía por la habilidiosa elipsis con la que había obviado el post que diera origen a sus preocupaciones. Cuando al cabo de unas horas he vuelto por el blog de J. a ver si había contestado, resulta que mi comentario había desaparecido; ha sido eliminado, suprimido. Al parecer, J. ha considerado que yo no tenía mucho que decir en su blog.

 

En fin, nada realmente importante como puede verse, miserias humanas.

 Lo curioso es que tanto M.A. como J, son personas "progresistas", y al parecer, "de izquierdas". Habrá que deducir que esto de los protagonismos y el sacar pecho a costa de lo que sea y de quien sea no tiene ideología, al parecer.