Blog

Ciberfascismo y legalidad

Es práctica corriente que los fascistas se aprovechen de la legalidad democrática para sus propios intereses, que no son otros que terminar con toda forma de legalidad legítima. En internet no podía ser de otra manera. Ellos, que amparándose en el anonimato-los cobardes no pueden actuar de otra forma- amenazan, insultan y sabotean blogs con total impunidad, se rasgan las vestiduras e invocan a grandes voces la legalidad cuando se les replica con acciones que, simplemente, pretender identificar a esos animales para que, cesado el anonimato, sean al menos conocidos por quienes sufren sus interferencias cuando no otros ataques peores.

 

El ciberfascista en Internet se mueve a sus anchas, como si tuviera bula. Todas las reglamentaciones existentes –a menudo simples normas internas, establecidas por proveedores de servicio demasiado complacientes con la "libertad de expresión" interpretada como libertad de agresión-, no protegen realmente al usuario que intenta hacer valer una voz distinta a la de ese autodenominado "liberalismo" (liberalismo como el del Partido Liberal de Austria, la organización de los nazis austríacos, obviamente), que se mueve por Internet a su antojo.

 

En España hemos tenido experiencia "en vivo" en los últimos años de lo que da de sí gobernando ese "liberalismo" de extrema derecha. Derrotado en las urnas, su prolongación virtual en Internet amenaza con ahogar la libertad de expresión en un lodazal de inmundicia. Existe una ley que regula el uso de Internet por ciudadanos españoles, pero no se aplica en estos casos: es obvio que no conviene a los intereses que verdaderamente gobiernan la Red; ellos están para controlar otras cosas.

 

Así, las bandas de ciberfascistas campan a sus anchas en este mundo; con total impunidad, pueden insultar, agredir e incluso publicar los datos personales de la persona atacada, como me ocurrió personalmente hace algunos meses sin que el responsable del blog donde sucedió adoptara la más mínima medida. Habrá que tomar nota de esta situación, y empezar a pensar en alternativas de lucha y autodefensa.

 

 

Ningun comentario

0

Enviar comentario