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Weblogs, blogs, bitácoras, diarios. La expresión responsable al alcance de todos

En breve tiempo, Internet ha conocido una explosión de web sites personales desde los que personas de toda condición exponen públicamente opiniones, facilitan información o simplemente divagan sobre cualquier asunto en el que se sienten competentes. Son sites sencillos, de formato ligero, fáciles de administrar y de navegar, y en los que suele primar el texto sobre las imágenes. El carácter gratuito de su creación y alojamiento los hace especialmente atractivos.

La denominación inglesa de estos sitios es weblogs, aunque rápidamente se ha popularizado el apócope "blogs". En español se traduce -un poco pomposamente- por "bitácoras", aunque se va imponiendo "diarios" como manera más reconocible de nombrarlos.

 

En general se trata de sitios de diseño y estructura carentes de complicaciones. La posibilidad de usar plantillas estandarizadas hace que no se requieran mayores conocimientos técnicos para su creación y mantenimiento. La actualización constante es pues posible con muy poco esfuerzo e invirtiendo un tiempo mínimo.

 

Sin embargo, una gran cantidad de blogs nunca son actualizados o solo lo son durante un breve tiempo. Después de repasar los directorios en español más conocidos, no creo muy arriesgado afirmar que quizá un 80% de los blogs que recogen han dejado de ser actualizados, la mayoría poco tiempo después de ser creados. La inconstancia de la mayoría de bloggers hace presumir que muchos blogs nacen simplemente por deseo de probar algo nuevo, más que porque su creador tenga nada que decir.

 

La edad de la mayoría de bloggers facilita precisamente esa tendencia. Por la temática de los blogs abandonados –diarios íntimos, preferencias en ocio, literaturización de conflictos juveniles…-, no cabe duda de que sus autores suelen ser adolescentes que crean el blog obedeciendo a un impulso moméntaneo. Lo que no significa necesariamente que todos los adolescentes sean malos bloggers; en AVENTURA EN LA TIERRA hay algunos enlaces a blogs juveniles de gran categoría.

 

El problema de los blogs abandonados, a los que podríamos denominar blog-basura, es que ocupan espacio. El tamaño de los blogs es obviamente limitado, y dado que la capacidad de almacenaje de blogs en las empresas y organizaciones que ofrecen este servicio es asimismo limitada, los blogs que funcionan no pueden crecer de manera indefinida.

 

A la larga, además, la saturación de los espacios destinados a alojar blogs comportará inevitablemente que éste servicio deje de ser gratuito y pase a ser de pago. Entonces, previsiblemente, los contenidos serán seleccionados y por tanto aceptados o rechazados por el proveedor de alojamiento.

 

Los blog-basura son pues una amenaza directa a la libertad de expresión en la red, en la medida en que por su causa muchos blogs que realmente funcionan pueden desaparecer o ser sometidos a censura directa o indirecta.

 La responsabilidad, por tanto, del creador de un blog es hacerse cargo de su criatura, alimentarla y desarrollarla. Este debe ser un compromiso real no solo consigo mismo, sino con el conjunto de la comunidad de bloggers.