Radio Futura: Paisajes Eléctricos, sonidos inquietantemente jóvenes
Más que una recopilación nostálgica al uso, «Paisajes Eléctricos (Lo mejor 1982-1992)» es una especie de recapitulación sobre Radio Futura, una de las bandas fundamentales de la historia del pop-rock español. Desprende sonidos que después de tantos años mantienen intacto su aroma y siguen siendo inquietantemente jóvenes. Así que vale la pena rememorarlos y descubrir su vigencia.
La única pega es la portada del disco, directamente fusilada de «Love over gold» (1982), de Dire Straits. Una pena.
El grupo de los hermanos Auserón surgió hace dos décadas y pico como un elemento netamente diferenciado de lo que entonces se llamaba la «movida madrileña», movimiento insustancial y estrictamente comercial que inundó el mercado musical español en el primer quinquenio de los «felices ochenta». Para saber porqué Radio Futura era un grupo diferente, basta escuchar este disco, y conocer un poco la trayectoria de los integrantes de la banda.
Santiago Auserón, el «Mecánico del Jardín Botánico», nacido en la periferia obrera madrileña, hijo de emigrantes aragoneses, es una rara avis. Un tipo culto y razonador, inquieto desde siempre, interesado en algo más que aporrear guitarras eléctricas y forrarse el riñón lo más rápido posible, únicas aspiraciones de tantos compañeros de generación. Auserón fue profesor de Filosofía y eso se nota en su formación y en sus textos, y al cabo, en su actitud ante la vida. También, en su evolución musical, en la que ha ido tocando teclas muy diversas, buscando raíces musicales y experimentando con el rock, la música popular española, la tradicional cubana y más recientemente, con el jazz.
Los Auserón se criaron en la calle –«Malas calles», como la película de Scorsese-, y la vieron «arder bajo el sol de poniente» («Escuela de Calor»), tal como explicaba recientemente Santi Auserón en una entrevista radiofónica: en verano, los ladrillos rojizos conque están hechos los edificios de la barriada obrera en que vivían ardían literalmente al ponerse el sol, recalentados por éste y tomando con las últimas luces un color rojizo característico.
Radio Futura duró una década, hasta que diversos imponderables –entre ellos, los problemas con las drogas del hermano de Santiago-, acabaron con la banda a principios de los noventa. A partir de ahí nació y creció el mito. Santiago Auserón, para marcar distancias, se transmutó en Juan Perro, y echó a andar por su cuenta. Tras unos primeros discos en línea cantautor, sus estancias en Cuba a la busqueda de la conexión con el son fueron puliendo un estilo propio, en el que sin embargo seguía reconociéndose a la vieja banda, quizá porque aunque ésta estaba disuelta oficialmente, sus componentes han seguido reuniéndose de vez en cuando para hacer cosas juntos.
Aún después de tantos años en Madrid, Santi Auserón conserva esas características de la dicción aragonesa que son la voz nasal y el fuerte acento regional, lo que le ha llevado a curiosos incidentes que él mismo suele relatar, divertido, como cuando durante una época en sus conciertos como Juan Perro el público más joven y menos conocedor del personaje le pedía que cantara «La Flaca», el tema que puso de moda Pau Donés, al confundirle con él. Y es que Pau Donés aunque catalán de nacimiento también es de origen aragonés, y como Auserón, ha trabajado su música después de bucear mucho en los ritmos cubanos; de hecho, « La Flaca» podría ser perfectamente un tema compuesto por Santiago Auserón.
Difícilmente volverá a reunirse Radio Futura, pero al menos su aliento no se ha perdido por completo. A sus cuarenta y tantos años, Auserón –o Juan Perro-, tiene cuerda para rato, y él, que fue el alma de la banda, es ahora su mejor albacea.
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